Innovar no es una responsabilidad exclusiva para líderes y emprendedores

Innovar no es una responsabilidad exclusiva para líderes y emprendedores

Desde hace buen tiempo se viene hablando de la importancia de la innovación y la creatividad en diferentes entornos de nuestra sociedad, más recientemente, en el mundo de la producción de ideas, emprendimientos o startups. La acogida de este concepto (innovación) en el mundo de la tecnología, prácticamente lo ha convertido en una de las mayores premisas del día a día de muchas compañías, y hoy, muchas de ellas dicen ser “las más innovadoras” o que “tienen procesos innovadores” o que se complementan sus procesos con un “área de innovación”. Por otra parte, puede pensarse también, que es un término atribuible solo las características y objetivos de los emprendimientos de nuestros tiempos, escuchamos decir mucho que los mejores emprendimientos surgen de la innovación o reinvención de algún producto o servicio.

Todo eso, está muy bien y lleva a las compañías (maduras o Startups) y a sus colaboradores a refrescar sus procesos y los paradigmas de trabajo y productividad. La intención, no es realizar una crítica a la innovación, sino resaltar uno de sus pilares más fundamentales, las personas, y entender que este concepto trasciende los lineamientos corporativos de las organizaciones y que debe ser algo también tratado desde el punto de vista individual. No pretenderemos tampoco en este escrito, explicar en profundidad de que se trata este concepto tan amplio y estudiado por expertos, pero buscar una reflexión sobre lo que hacemos en nuestro día a día, lo que creemos que es “Innovar” y finalmente, preguntarnos, como parte activa de una organización como Sophos Solutions: ¿a quién se le otorga la responsabilidad de innovar o gestionar la innovación, en una compañía?

En general, muchos podríamos rápidamente asumir que los procesos de innovación o la generación de las grandes ideas reveladoras, disruptivas y exitosas, son responsabilidad de las personas que hacen parte de las áreas de Innovación corporativa o de Investigación y desarrollo (I+D), o incluso, que es responsabilidad de los líderes, porque finalmente son los encargados de apalancar los resultados con “estrategias innovadoras”. Sin embargo, poco se habla, desde mi punto de vista, de la importancia de que cada persona, como parte activa de los procesos corporativos, tome su parte en la responsabilidad de repensar sus actividades diarias y buscar la manera de optimizarlas identificando y proponiendo cambios o mejoras que aporten a los objetivos.

Considerando todo lo que implica la idea de ser innovador, podemos probar el concepto a una escala menor. Se trata entonces, de hacer el ejercicio de ser creativos, aún con las pequeñas actividades, para alimentar el hábito de cuestionarnos si la forma en la que hacemos las cosas puede ser diferente o mejor, aunque la idea tampoco es llevar esto hasta el otro extremo de volver las actividades más complejas. Podemos partir de cambios sutiles en el día a día como por ejemplo gestionar alertas o recordatorios para las actividades, registrar diariamente la planificación del día o, usar las habilidades en el manejo de las diferentes herramientas corporativas que tenemos a nuestra disposición, para administrar de otras maneras la información que fluye gracias a nuestro trabajo, observando por ejemplo, si las tareas que son mecánicas y repetitivas pueden automatizarse con apoyo tecnológico o podrían optimizarse centralizando la información para los demás. En fin, las posibilidades y escenarios están abiertos para ser aprovechados según las necesidades que tengamos. El objetivo en última instancia será generar un valor novedoso al resultado de nuestras tareas, que facilite llegar a nuestros objetivos. Para lograr esto, debemos dejar de lado el miedo a salirnos de nuestras funciones, por el contrario, podríamos considerar esta observación crítica a nuestras actividades como una manera de potenciar nuestras funciones y ser aún más aportantes a los procesos corporativos.

Finalmente, los invito a repensarse como agentes de cambio, a proponer formas diferentes de hacer las cosas sin temor, a tener en cuenta que cada actividad que ejecutamos aporta, cada correo, cada mensaje, cada documento que creamos. Todo lo que hacemos tiene valor y este valor repercute en el objetivo que nos trazamos como equipo.

Publicado: noviembre 24, 2022

También podría gustarte

Open Finance: El protagonismo del consumidor impulsa el ecosistema y nuevos modelos de negocio

La integración entre sistemas y la portabilidad de datos a través de las APIs abren espacio para que nuevas empresas puedan desarrollar verdaderos ecosistemas de innovación, alterando la dinámica de competencia en el mercado de servicios financieros. La competencia ya no se basa en la escala o en el tamaño del capital de las instituciones, sino en la comprensión de las demandas de los consumidores y en el desarrollo de nuevas soluciones.

Marco Santos será el nuevo CEO de GFT Technologies SE

El Consejo de Administración de GFT Technologies SE nombró hoy a Marco Santos como el nuevo CEO del grupo de tecnología. El ejecutivo de 48 años asumirá el cargo el 1 de julio de 2024 y liderará inicialmente a GFT como Co-CEO junto con Marika Lulay hasta finales de año. Marika Lulay (61) dejará el Consejo Ejecutivo del Grupo al finalizar su contrato el 31 de diciembre de 2024.

GFT adquiere Sophos Solutions de Advent International

GFT adquiere Sophos Solutions de Advent International. La adquisición amplía la experiencia en core banking y la base de clientes de GFT, además el alcance geográfico y el equipo en casi un 20%.
Este sitio utiliza cookies para mejorar su experiencia en línea, permitirle compartir contenido en las redes sociales, medir el tráfico en este sitio web y mostrar anuncios personalizados en función de su actividad de navegación.